Vno blanco seco, con aromas predominantes de esta crianza sobre lías (pastelería, bollería, un toque de tarta de manzana), muy similares a los aromas que nos encontramos en los vinos espumosos de crianza en botella con método tradicional.

En boca es un vino con un gran volumen y muy seco, con un potencial gastronómico enorme. Es un vino muy diferencial que, definitivamente, nos enlaza con nuestros orígenes y los actualiza.

En Finca Collado queremos convertirnos en un referente de la creación de vinos en la zona del Alto Vinalopó. Recuperando y empoderando variedades autóctonas y ancestrales, formas de cultivo y formas de elaboración de vinos. Pero también investigando, mejorando y profundizando en la elaboración de nuestros vinos, en una simbiosis entre la historia y nuestras propias habilidades, con el fin último de ser transmisores del placer de degustarlos.

Un punto de locura necesario

En Finca Collado somos un equipo de gente joven con el punto de locura necesario para sacar adelante un proyecto por el que muy poca gente apostaría.

Marcamos nuestro propio camino

En una zona con un gran potencial pero de bajos rendimientos, y donde las viñas crecen al límite. En una Denominación de Origen, Alicante, muy antigua pero que justo ahora empieza de nuevo a prestigiarse. En un mundo donde predominan las grandes producciones, nosotros marcamos nuestro propio camino.

Volvemos a los orígenes para mejorar

Creemos que podemos aportar nuestro pequeño grano de arena para construir un mundo mejor, haciendo un trabajo que nos devuelve a los orígenes.

Trabajamos para disfrutar y hacer disfrutar

Trabajamos de manera respetuosa con la naturaleza, y en armonía con nuestro entorno. En un ambiente que nos permite disfrutar del trabajo y que se traduce en hacer disfrutar a todos los que entienden el vino como un placer.

Somos pequeños e inconformistas

Somos una bodega pequeña porque queremos y porque pensamos que es la única forma de poder trabajar desarrollando nuestras ideas. La dificultad no nos importa, porque tenemos un espíritu inconformista. No tenemos prisa y, poco a poco, como la viña, avanzamos, mejoramos, creamos los vinos que unen el pasado con el futuro, la tierra con las personas, el trabajo con el placer de vivir.

Estamos convencidos de que un pequeño proyecto como el nuestro, a pesar de las condiciones extremas y de nuestra manera de entender y hacer el vino, puede ser viable y sostenible a largo plazo. Porque somos fieles al territorio y a su historia. Porque no solo aprovechamos el legado cultural, sino que lo investigamos, lo enriquecemos y pensamos en su futuro. Y de esta forma, entendemos que no solo elaboramos vinos, sino que contribuimos a de la creación cultural.