Grandes Vinos en Tasta'm Ondara
Rte. TasTa'm Ondara os Presenta
Clunia es el nombre de un asentamiento romano ubicado en la localidad burgalesa de Coruña del Conde y del que aún se conservan las ruinas. Próxima a él se encuentran los viñedos y la bodega del mismo nombre. La afamada Syrah que allí se elabora está llena de matices aromáticos de fruta negra y recuerdos especiados de pimienta. Los taninos suaves hacen que sea un vino suave en boca y placentero. Un tinto que nunca decepciona.
Nombre:
La Encina
Descripción:
Viñedo único que se sitúa a una altura de 900 metros sobre el nivel del mar. Las cepas están plantadas con orientación norte-sur, de manera que hojas y fruto reciben la luz del sol de la mañana a la noche. Entre las cepas se encuentra plantada una solitaria encina que da nombre al viñedo y que se ha respetado cuando se plantó el viñedo.
Área:
4 hectáreas.
Edad:
Plantado en 1999.
Suelo:
Composición arcillosa y subsuelo de roca.
Clima:
Continental extremo. Gran contraste de temperaturas entre el invierno y el verano y entre el día y la noche.
Enólogo:
Pablo Pávez
Cosecha:
Posee una triple selección de uvas durante la vendimia manual al pasar por una cinta de selección de racimos y por mesa vibratoria, eliminando así todas las partes verdes.
Vinificación:
La uva se almacena en cámaras de frío a temperaturas de semicongelación para romper las células de la piel y mejorar la extracción en la maceración y fermentación. La maceración prefermentativa se lleva a cabo a 4 ºC durante 2 días y la fermentación alcohólica se realiza en depósitos de acero inoxidable de 7.500 y 10.000 litros con levaduras seleccionadas. Este proceso dura entre 7 y 10 días y después se macera durante 10 días más. La maloláctica tiene lugar en barricas en una sala especial de loza radiante.
Envejecimiento:
Crianza de 12 meses en barricas de roble francés con un estricto control de temperatura.
Maridaje:
Patés y quesos, caza menor, becada y perdiz, parrilladas, cochinillo y cordero lechal.
Clunia nace de un sueño: elaborar vinos de altísima calidad y marcado carácter en un clima hostil. Vinos de una tierra con siglos de experiencia, una tierra árida y dura.
Los viñedos de Clunia se comenzaron a plantar en los 90 cuando muy pocos creían en el potencial de este terruño único ubicado a alrededor de 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar. A pesar de que la propiedad cuenta con, aproximadamente, 70 hectáreas en total, no todas se han plantado, ya que estamos convencidos de que la mejor forma de conocer un terruño tan diferente es darle tiempo, no tener prisa. Es lo que hemos hecho en Clunia: A día de hoy, cultivamos solamente 20 hectáreas de Tempranillo, Syrah, Albillo, y Malbec, aunque está prevista la incorporación de nuevas plantaciones, lo que dará una cifra final de 32 hectáreas. Todo esto hecho con calma y paciencia, con gran dedicación a la tierra y bajo rendimiento, como prueba su baja producción de 42.000 botellas anuales entre los tres vinos de Clunia.
A una gran altitud, y rodeadas de sierras que envían sus vientos sobre la Meseta, las viñas de Clunia se esfuerzan por sobrevivir a las inclemencias del tiempo, a los duros veranos y los no menos extremos inviernos, a los marcados contrastes de temperatura entre el día y la noche. Arraigadas en un suelo calizo, con buen drenaje y presencia de arcillas, arenas, y rocas calizas que varían según la finca, las viñas resisten las rigurosas heladas de este microclima, los gélidos vientos y el calor abrasador, buscando su sustento en las entrañas de la tierra. Y así, cuando llega el otoño y el fin del período de maduración, las uvas reflejan su historia y el esfuerzo de la viña que las vio nacer, dando lugar a vinos de gran concentración aromática, frescura y estructura, elegantes, vinos con cuerpo y taninos maduros.
La mejor mesa, es para ti.
Nuestro
Grandes Vinos en Tasta'm Ondara
Grandes Vinos en Tasta'm Ondara
En el viñedo de Clunia, el arado descubre la crónica de otro tiempo. Monedas y otros vestigios del asentamiento romano que un día habitó estas tierras donde hoy crecen nuestros viñedos, vendimiados en pequeñas cestas, como hicieran hace más de dos siglos en estas mismas tierras de Burgos.
La historia de Coruña del Conde, pequeño municipio en el que se sitúan la bodega y los viñedos de Clunia, está estrechamente ligada a la historia de Clunia Sulpicia. En ambos lugares existían asentamientos celtíberos sobre los que después los romanos construyeron la ciudad estado de Clunia en el Alto de Castro. La capital de convento en la provincia Tarraconense, a la que el emperador Galba denominó Colonia Clunia Sulpicia, jugó un papel clave en la romanización del norte de España y en la Historia. Se estima que su población llegó a ser de unos 32.000 habitantes, un floreciente bastión en la Hispania romana. La información completa sobre Clunia puede encontrarse en la web oficial: www.clunia.es.
Todavía hoy se aprecia el esplendor de la colonia romana en los mosaicos y ruinas del foro, tiendas, casas, y anfiteatro romano que pueden visitarse y desde las cuales se perciben algunos de los viñedos de Clunia y nuestra pequeña bodega. Desde el Alto de Castro, uno se da cuenta de que el gran valor de esta tierra es la naturaleza en su estado más puro y primitivo. La vista se pierde en un amplio horizonte de campos y nubes sin apenas distinguir poblaciones ni la mano del hombre excepto en los campos de cereal y viña. El resto del silencioso espectáculo lo componen las nubes, el viento, corzos y águilas que recortan algunos de los cielos más amplios que se tiene el privilegio de disfrutar en la España del siglo XXI.
También, en Coruña del Conde, con su castillo, puente romano y pequeñas iglesias, en la cercana Peñaranda de Duero, con sus palacios del siglo XVI y su castillo vigía, así como en Aranda de Duero, a apenas 20 minutos de distancia, el viajero puede perderse en siglos de historia y rica gastronomía típica castellana.